martes, 29 de mayo de 2018

Aerografía para insensatos

(Nota inicial: esta entrada cogía polvo entre los borradores y es de hace un tiempo. Hay otras posteriores, ya publicadas, en las que se hace uso del aerógrafo).

Tal y como dije en una entrada anterior, era mi propósito hacerme del equipo necesario para introducirme en la aerografía, dado mi creciente interés en las posibilidades que ello representa a la hora de pintar modelos y dioramas.

Así que, tras meses barruntando, sopesando y valorando la relación entre necesidad y desembolso económico, me lié la manta a la cabeza y adquirí un conjunto de aerografía apto para principiantes (que no por ello malo).

Para ser justos he de decir que conté con la colaboración del cuñao, pues a la postre aportó casi el 50% del montante. Esto es algo que ya habíamos considerado en ocasiones mientras degustábamos alguna que otra cerveza. Lógicamente, de justicia será que el beneficio sea mutuo, por lo que huelga decir que gustoso participaré según demanda en el pintado de los elementos de su maqueta, amén de que él mismo se anime a "pistolear" llegado el momento.

No obstante la adquisición aún es reciente y la experiencia insuficiente. Quedan muchas cosas básicas por aprender y la única manera que se me ocurre es documentándome (preguntando, leyendo...) y ganando experiencia (aventurarme con maquetas baratas y darme de cabezazos). Con interés y paciencia, andaremos.

Conste que con el empleo del aerógrafo no pretendo desterrar los pinceles al letargo de un sombrío rincón; ni mucho menos, pues lo que me interesa es valerme de uno y de otros para ampliar las posibilidades y técnicas que, en definitiva, me permitan un acabado satisfactorio en los trabajos.

Quiero dejar claro que lo expuesto aquí se basa en mi experiencia y siempre bajo mi punto de vista; espero que pueda ser útil para algún lector, bien para sus propias inquietudes modelísticas, o bien que las aventuras y desventuras de este eterno aprendiz le sirvan de risoterapia.

El tiempo dirá.




Desempaquetado del conjunto de aerografía y primer contacto ("unboxing kit" para bárbaros).


El conjunto viene ofrecido bajo la marca Precisso, con la referencia PRECAIRTC20K. Con un PVP de 114,99 euros, considero (y espero acertar) que es una buena opción para iniciarse (y continuar) en el mundo de la aerografía, al menos es la opción que he encontrado a mi alcance. Espero que dé mucho de sí y por mucho tiempo.

Aunque sucumbí a la tentación de "inmortalizar" el desempaquetado del conjunto diré que tampoco fue nada espectacular, aunque no estuvo carente de cierta solemnidad.

Además del compresor (bien protegido) y del aerógrafo (en su estuche) incluye el soporte para el mismo, al igual que la manguera para conectar ambos. En la caja vino todo, y todo vino bien. Perfecto, pues.




El aerógrafo


El aerógrafo es del ¿fabricante? Royalmax, modelo AB-130 y viene presentado en un estuche de plástico donde puede guardarse adecuadamente. Como dice el vulgo "si algo pesa es que tiene que ser caro/bueno". Al coger el susodicho por primera vez me sorprendió su peso, por esperarlo menor. Novato.

Se trata de un aerógrafo con sistema de disparo de doble acción, mezcla por gravedad con copa superior de unos 7 cc., con aguja y obturador de 0,3 mm. Tiene un tornillo de retén trasero que según el fabricante sirve para fijar el ancho del trazo (con el que debo aprender a sacar provecho).

Incluye una llave de apertura del obturador, una pequeña pipeta de plástico rudimentaria y un conector racor de conexión rápida de tipo bayoneta.

Según las especificaciones del aerógrafo también permite agujas de 0,2 y 0,5 mm (con su correspondiente obturador) que no vienen incluidas.

Adjunta un pequeño documento con el despiece completo del aerógrafo, características e indicaciones varias.






El compresor


El compresor es del ¿fabricante? Intertek, modelo TC-20. En resumen, es un compresor de tipo pistón que no requiere mantenimiento de aceite, con calderín y manómetro. Incluye un documento de especificaciones. 

Esperaba que el bicho fuera a ser más escandaloso que cantar en la ducha a la hora de la siesta, pero el ruido que provoca es bastante comedido y nada molesto. Eso sí: al estar en funcionamiento tiende a vibrar bastante, por lo que recomiendo colocarlo sobre el suelo u otra superficie plana, a nivel y firme (en mi pequeña mesa auxiliar tiembla tanto que cualquier otra cosa que coloque sobre ella termina en el suelo).






El soporte y la manguera


El soporte permite alojar dos aerógrafos y supongo que es de los del montón (ni bueno ni malo) pero es que tampoco requiere mucha ciencia. Cumple su función adecuadamente. La manguera es de manejo agradable y con una longitud bastante buena, a mi parecer.






¡Quién me mandará meterme en esto!


La demoledora frase del vendedor experto resonaba en mi cabeza desde el día anterior, cuando este me diera un último consejo antes de salir de la tienda: "te recomiendo que lo primero que hagas sea aprender a desmontar y montar el aerógrafo". ¡Ea!, desde ese momento ya me empezó el tembleque... absurdo e irracional pues yo ya sabía perfectamente que hay que limpiar el aerógrafo frecuentemente, durante y después de cada "sesión". Sabía en qué me estaba metiendo... quizás por eso haya tardado más en hacerlo.

En cualquier caso, es frecuente en mí experimentar el que yo denomino "síndrome del coche nuevo" cuando he de estrenar alguna cosa: sea por su valor práctico, simbólico o económico, o sea por todos ellos, me da reparo utilizarlo. De hecho, tenía pavor a desmontar el aerógrafo (y volver a montarlo sin romper ni que sobrase nada). ¡Pues ala! O zanjaba el asunto rápidamente, o habría de regresar a la tienda, con cara de tonto y un virginal conjunto de aerografía al que no habría llegado a meter mano y cuya devolución hubiera estado a merced del buen talante del dependiente.

Lógicamente, zanjé el asunto... y lo desmonté, pero esa es otra historia.




¿Y con qué pinto yo ahora?


En los últimos dos años he venido realizando una considerable inversión en pinturas de la gama Model Color de Vallejo, con la adquisición de un nutrido surtido de colores y de otros productos auxiliares que han ido en progresivo aumento. Esto me condiciona enormemente a que sean estas y no otras las pinturas que siga usando con el aerógrafo, aunque no estén orientadas específicamente para ello como son las de la gama Model Air del mismo fabricante u otras existentes en el mercado.

Para que esto sea posible es necesario, sí o sí, el uso de un diluyente para acrílicos y el acierto con la proporción adecuada entre este y la pintura a la hora de mezclarlos. La cuestión no es baladí porque, además, los colores no vienen igual de espesos todos y el ojímetro requiere afinamiento. La mejor referencia que tengo hasta ahora es usar el propio diluyente de Vallejo, "Airbrush Thinner", que viene presentado en botes de 17, 60 y 200 ml. Este último tamaño es el más caro pero también el más rentable.

El uso de pinturas Model Color en aerografía se extiende a otros productos de Vallejo como mediums, barnices e imprimaciones (muy interesante).

Resumiendo: Gama Model Color + diluyente. Se puede. Así que tan feliz con mis pinturas.


Moraleja y fin del principio


Algo que puedo aprender de todo esto: respetar tus herramientas pero no temerlas. Conocerlas para evitar percances (sobre ellas o sobre uno mismo u otras personas) y para sacarles el mejor partido.

En alguna futura entrada espero continuar estas mis aventuras y desventuras con la aerografía, relatando (quizás de manera más práctica) mi primer pistoletazo, mi primer tiro por la culata y mi primera revancha.

Y esa será la otra historia.

M. Martín V.

4 comentarios:

  1. Jejejeje..... Estoy mas o menos como tu. Compré el mismo hace dos días y no me atrevo casi a tocarlo. Poco a poco, supongo. Gracias por el post.
    Por cierto, en las instrucciones dice que hay que parar 15 min por cada 10 min de uso, es así?

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    1. Sinceramente, no he tenido en cuenta esa indicación. Supongo que con 10 minutos se refiere a un uso intensivo del compresor, lo que se dice no soltar el gatillo. Aún así, el volumen de pintura máximo en el depósito del aerógrafo no daría para tanto. No lo considero una situación realista, al menos no en mi caso.

      Cierto es que el compresor puede calentarse bastante, y hay que tener en cuenta la temperatura ambiente y la ventilación existente como factores.

      Entiendo que es un consejo un tanto 'exagerado' a drede, para que los usuarios lo tengamos en cuenta. En estos casos lo mejor es el sentido común y si notamos que el susodicho se pone como la parrilla de san Lorenzo, mejor parar y dejar que se enfríe razonablemente.

      Gracias, buena suerte y al toro.

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  2. Hola. Muchas gracias por la respuesta. No la esperaba ya que este post tiene mas de un año. Si no es molestia tengo otra pregunta. Crees que por es una buena compra o habrías comprado otro? Gracias, saludos y felicidades por el blog.

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    1. Hola.

      El concepto de buena compra es algo subjetivo. En mi caso puedo decir que sí lo fue.

      En mi calidad de neófito, adquirir un equipo más costoso (sobreentendiendo mayor calidad o prestaciones) aumentaría el riesgo de frustración o "autocabreo" en caso de relegar su uso por los motivos que fueren.

      Y, también por ser novato, tener un mejor equipo no me garantiza mejores resultados.

      Para concretar, con ese compresor voy sobrado (aunque tuve que cambiarle el manómetro hace unos meses, pero tiré de la garantía). Y en cuanto al aerógrafo, sé que es de los más "normalitos" pero siempre podré adquirir uno mejor, cuando note que a este ya le he sacado todo el partido posible.

      Para empezar en la aerografía (y continuar por tiempo indefinido según cada caso) es una buena opción a un precio aceptable.

      Otra cosa: el soporte para el aerógrafo no es ninguna maravilla, pero es algo secundario.

      Gracias por tu comentario sobre el blog, por la humilde parte que me toca.

      Saludos.

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