sábado, 6 de mayo de 2017

Envejeciendo vagones (I)

Allá por el mes de noviembre pasado, mi cuñado me propuso la idea de envejecer un vagón tipo HBIS de la marca Roco que tenía muerto de risa en la vitrina (por no ser un modelo excesivamente fiel a la realidad), y por supuesto accedí a ello, a título experimental y sin matarme, "a ver que tal", pues era el primer vagón al que atacaba.

Mi objetivo no era cambiar el color del vagón, sino ocultar en lo posible el poco realista logotipo que aparecía a ambos lados del mismo, así como darle una apariencia envejecida y deteriorada... un poco de solera, vamos. Aunque no resultase perfecto, bastaría con otorgarle al vagón una segunda oportunidad en el contexto de la maqueta.

Los materiales utilizados fueron (todos de Vallejo):


- Acrílicos de la gama Model Color (tonos marrones y ocres como los nº 128, 145, 149, negro nº 169, blanco nº 1 y azul nº 51).

- Medium diluyente, para mezclar con el negro y aplicar una suerte de "lavado".
- Pigmento de óxido.
- Medium mate, para aplicar el pigmento.
- Barniz mate.

Como utensilios, varios pinceles pequeños, redondos y planos y un trozo de esponja (de baño) para aplicar el óxido.


Vagón original antes del envejecido

Empecé por eliminar con el mayor cuidado posible la mayor parte de los logotipos, lijando y rayando. Culminé el paso aplicando algo de pintura azul prusia mezclada con un toque de blanca, resultando el mismo color (de manera sorprendente al primer intento).

Al techo le di una mano con marrón oscuro. 

Luego, apliqué varias manos de "pincel seco" a todo el vagón, con un marrón ocre, siendo más copioso en ciertas zonas más que en otras. 

A continuación ensucié con el negro diluido esquinas y resquicios. 

Por último, apliqué en puntos concretos como esquinas, bordes y salientes, el pigmento de óxido previa mezcla con medium mate, y terminando con una capa de barniz mate para protegerlo todo.

Vagón después del tratamiento

Vagón después del tratamiento
Las imágenes carecen de pretensión artística; sirvan para comparar el antes y el después tras un par de horas de módico entretenimiento por gentileza de mi cuñado, el promotor de la idea.

Como tiene un buen número de vagones en la misma circunstancia, susceptibles de envejecer, espero mejorar el resultado respecto a este primero. Ya veremos...


M. Martin. V.


Parque infantil

Para empezar a darle detalle y colorido a una de las partes de la ciudad he pensado crear un pequeño parque infantil con columpios y demás del mismo tipo de los que, de unos años a esta parte, han proliferado por nuestros pueblos y ciudades como setas después de unos buenos chaparrones.

Como tenía un par de kits con columpios y vallas solo me quedaba buscarle ubicación y dejarlo medianamente presentable.


Kits

He utilizado los columpios del kit de Faller 272568 y unas vallas incluidas en una caja de Kibri con referencia 7490 que traía de todo un poco; el resto del material utilizado es del que todos tenemos por ahí tirado.

Kit Faller 272568


Kit Kibri 7490

Montando el parque


Lo primero era buscarle una ubicación al parque y en mi caso junto a la entrada del parking subterráneo y separado por un seto hecho tal como puse en la entrada anterior.

Ubicación para el parque

Y lo siguiente era diseñar el suelo del propio parque.

Los que tenemos niños pequeños estamos hartos de visitar parques infantiles que parecen estar cortados por el mismo patrón: suelo de algún compuesto de goma pintado de colores; con esta idea en la cabeza solo me tenía que poner delante del ordenador y diseñar el suelo con las medidas tomadas del hueco disponible.

Diseño hecho con Paint.net con más ilusión que arte

El diseño lo hice en un rato con Paint.net, software de dibujo, aunque podría haber utilizado cualquier otro. Al diseño final le incluí el juego de la rayuela (creo que se llama así) y listo. Lo he impreso en papel de cartulina blanco y le he echado, una vez transcurridos cinco minutos a que sequen los colores, barniz en spray para proteger el papel. Para evitar que el barniz en su secado arrugase o combase la cartulina, le puse unos pequeños listones de madera que durante unas 24 horas me mantuvieron el papel derecho y en condiciones.

Una vez seco y cortado al gusto solo que quedaba pegarlo en su sitio definitivo.


Parque finalizado

Solo nos queda añadir el resto de adornos: las vallas, yo en mi caso, las pinté por tramos de colores vivos; el seto, en primer plano, para evitar que algún niño se nos mate en la entrada del parking, etc.

En mi caso me falta rodearlo de más árboles, farolas de alumbrado público y que lleguen los niños, ya que como la foto se tomó en horario lectivo están todos donde deben.