jueves, 20 de enero de 2022

Aerógrafo

Creo que en alguna entrada comentaba el miedo/respeto/rechazo que me producía el meterme en la aerografía por más que M. Martín V. de forma incansable insistiese en la gran mejora que suponía pintar así para nuestros modelos.

El problema era que tal y como me lo contaba, o más bien como yo lo entendía, era una técnica de la que obtenía cierto beneficio en forma de la calidad final pero con un alto coste en tiempo.

Esta disquisición entre cuñaos llevó muchos meses (y cervezas) en los que yo no acababa de verlo y con el pincel me iba apañando y tan feliz.


Construyendo sobre malos pilares

Lo que me echaba para atrás de lo que él me contaba era la continua necesidad de lidiar con atascos del aerógrafo lo que unido a la constante limpieza del mismo hacía que la balanza, al menos por mi parte, estuviese clara y no acababa de dar ese paso.

El error (suyo y mío) fue empezar en la aerografía con equipamiento de baja calidad y de ahí que los problemas y quebraderos de cabeza fuesen innumerables. En nuestro caso empezamos con un conjunto aerógrafo y compresor de 120 ó 130 leuros, no recuerdo bien. Mejor no dar marca para que nadie se enfade. (Marca la de la caja porque el aerógrafo es del chino, de los que podemos encontrar por no más de 30/40 leuros, y no tiene ni padre ni madre ni marca alguna).

¿Qué pasaba? Pues que con ese aerógrafo de bajo coste el trabajar con él era una auténtica pesadilla: continuos atascos que te dejaban los modelos a la mitad, necesidad de continua limpieza para intentar solucionar ese atasco con la dificultad añadida de que al tratarse de un equipo de baja calidad su despiece es una auténtica lata, etc.

Pues con este panorama tres o cuatro veces, al menos por mi parte, le pillé ojeriza al trasto y a la aerografía como opción para la pintura.


Con buena po&# bien se jod$

Con el trascurso del tiempo iba viendo que con piezas muy pequeñas, ya sea de modelos comerciales o impresas en 3D, la pintura "tradicional" de pincel no ofrecía la mejor calidad y acabados aunque uno no sea precisamente el epítome de la perfección.

Pintar o imprimar esto a pincel hace que la pintura se aglutine en las uniones quedando bastante mal


Dándole vueltas al asunto, viendo videos por internet de comparaciones de aerógrafos, tutoriales de uso, etc. se reiteraba que un buen aerógrafo era un requisito sine qua non para disfrutar de la técnica salvo que recurramos al del chino y a los dos días tiremos el trasto por la ventana. Y los comentarios de los usuarios al adquirir uno de mayor presupuesto acabaron por decidirme: la diferencia y el salto de calidad y facilidad de uso es abismal.

Lo dicho en el encabezado de este párrafo de manera soez: que con buen aparato bien se trabaja, vamos.


Evolution Silverline de Harder and Steenbeck

En mi caso me decidí, después de mucho video y comparación, por un aerógrafo Evolution Silverline de gama media de unos 150 leuros pillado en, como no, Amazon. En este caso uno con doble aguja y cazoleta de dos tamaños (con una sola aguja y cazoleta se puede encontrar algo más barato y sinceramente para nuestra escala, de sobra).


El Evolution que con la aguja de 0,2 y la cazoleta pequeña se sobra para nuestra escala


El tema compresor iba a dejarlo como estaba y darle una segunda oportunidad al que venía en el conjunto adquirido inicialmente ya que al fin y al cabo no se trata de un instrumento de precisión. Esta decisión por ahora parece que fue la correcta porque con el Evolution rinde como un campeón.

Pues como avanzaban las críticas y opiniones con este nuevo cacharro todo lo que era negro o gris, pegas, maldiciones y exabruptos pasó a ser felicidad, comodidad, angelitos revoloteando...

Ya se acabaron los atascos, las sesiones de trabajo sí merecían la pena y podía imprimar o pintar largos periodos de tiempo sin problema (con el otro muy difícilmente llegaba a tres o cuatro minutos sin que se atascase. Imaginemos tener cuarenta o cincuenta postes de catenaria impresos en 3D y que cada tres o cuatro tuviese un atasco que me obligaba a tirar la pintura de la cazoleta, desmontar y limpiar el trasto...).

Los postes se acabaron en dos sesiones sin problema (una de imprimación y otra de pintado) con el aerógrafo nuevo.

Pantógrafos, vallas... de una tirada todo imprimado y luego pintado



Además la limpieza es algo más sencilla debido a la facilidad de despiece de estos modelos algo superiores. Y vamos que no es igual limpiar una vez por sesión de cada dos por tres.


Moraleja

En esta afición, salvo que uno sea Bruce Wayne y tenga el dinero por castigo, solemos reducir costes donde se pueda ya sea en herramientas, material, etc.

La moraleja de este cuento, no consejo porque uno no es nadie para darlos, es que hay ciertas herramientas en las que no podemos ser rácanos so pena de llegar a malos resultados o, como me pasó a mí, huir de una técnica que ahora sí he visto que puede suponer el día y la noche en lo que a pintura se refiere. Además de la gran mejora en calidad la velocidad de pintado es abrumadoramente mayor.

Sí merece la pena gastarse 150 leuros solo en la pistola (compresor aparte) para que no os pase lo que a mí. Mirémoslo también desde este punto de vista: es el valor que tiene cualquier locomotora actual de las más económicas y algo a lo que le vamos a sacar muchísimo rendimiento.

Ahora lo que me queda es aprender y depurar esta nueva técnica porque una cosa es pintar en cadena montones de vallas, postes, etc. y otro ensuciar o envejecer material móvil.

Desde luego uso sí le estoy dando.

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